viernes, 11 de mayo de 2007

depresion infantil

La Depresión Infantil: Como identificarla





Hace unas semanas me llama una madre preocupada porque su niño mostraba una conducta rara y diferente, me decía ella-“Dr. mi nene ha cambiado lo he notado aburrido, sin energía, perdió el interés en sus actividades favoritas, no esta durmiendo ni comiendo bien. Se queja a diario de dolor de cabeza o de estómago y sus estudios se han deteriorado ausentándose mucho de la escuela, casi ni habla con nosotros. Lo noto triste y por todo llora mucho. Definitivamente ha cambiado en este último mes.
Esta madre sin lugar a dudas me estaba hablando de un niño deprimido. Los niños y los adolescentes pueden sufrir de depresión al igual que los adultos. Se habla en estos casos de depresión infantil. Esta alteración se presenta de muchas formas con grados y duración variados. Se define como una enfermedad cuando la condición depresiva persiste e interfiere con las capacidades y acción de la persona por más de dos semanas consecutivas. Normalmente todo ser humano hace depresión en situaciones de maltrato específicas. Lo que es muy importante considerar tanto para su tratamiento como para su prevención.
Estudios hechos en EE. UU. indican que alrededor del 5 por ciento de los niños y adolescentes de la población general padece de depresión en algún momento. Por lo tanto debemos prestarles atención cuando la sintomatología depresiva persiste e interfiere con su desarrollo normal.
Los niños que han experimentado una pérdida importante o que tienen desórdenes de la atención, del aprendizaje o de la conducta corren mayor riesgo de sufrir depresión. Dos son los factores de riesgo más destacados en esta condición. En primer lugar tiende a presentarse en algunas familias. Y en segundo lugar, puede haber situaciones de maltrato o de pérdidas específicas. Es así como niños y adolescentes deprimidos pueden mostrar cambios en su modo de ser habitual. Aquel que era muy sociable pasa a estar solo la mayor parte del tiempo. O pierde interés por todo. Y las cosas de que gustaba dejan de agradarlo. Igualmente, en ocasiones los niños y adolescentes deprimidos pueden manifestar que quisieran estar muertos o pueden hablar de suicidio. También, tratando de sentirse mejor pueden recurrir al alcohol u otras drogas.
Por otra parte ocurre mucho que se portan mal en la casa y en la escuela sin que nadie se dé cuenta de que están sufriendo de depresión porque eventualmente no parecen estar tristes y se confunde con mala conducta. Algunas veces le confiesan al maestro o al trabajador social escolar que están tristes o que son infelices.
Debemos tener en cuenta que constituye un factor de riesgo importante el ser miembro de familias con disposición a la depresión. Lo que tiene relación con la incidencia en este cuadro de los factores constitucionales y genéticos.
Según la Academia Americana de Psiquiatría de la Niñez, la depresión en los niños se puede identificar por los siguientes síntomas, algunos similares a los del adulto deprimido:
- Quejas frecuentes de enfermedades físicas, p. Ej. Dolor de cabeza o de estómago.
- Pensamientos o expresiones suicidas o actuaciones autodestructivas.
- Sentimientos de desesperanza
-Tristeza persistente, lloriqueo y llanto excesivo
- Sensación de aburrimiento persistente y falta de energía.
- Pérdida de interés en sus actividades preferidas; o incapacidad para disfrutar de ellas.
- Alteración en los patrones de comer y de dormir
- pobre concentración.
-Problemas para relacionarse con sus pares y familiares.
- Deterioro en los estudios y ausencias frecuentes de la escuela.
- Aislamiento social, comunicación pobre.
- Hablar de o tratar de escaparse de la casa.
- Alta sensibilidad al fracaso y al rechazo.
- Ataques de rabia u hostilidad persistente.
- Baja estima y sentimientos de culpabilidad
s sumamente importante el que los padres y los adultos relacionados con el niño conozcan esta sintomatología, lo que indudablemente da la posibilidad de una intervención temprana.
¿QUE HACER?
Primero que nada entender que este es un trastorno susceptible de ser tratado con éxito. Además de que, si se tiene algún conocimiento de su dinámica, es posible incluso que personas sin estudios especializados intervengan con probabilidades ciertas de lograr una evolución positiva.
Los padres o adultos a cargo de los niños afectados pueden intentar distintas acciones y se trata básicamente de trabajar sobre las situaciones que afectan en la depresión que viva el niño o adolescente. Esto nos brinda la oportunidad de superar esta problema en corto tiempo, es importante hacer todo lo posible por armar un equipo de trabajo multidisciplinarlo.
Es necesario considerar las principales y más frecuentes situaciones que ocurren en las depresiones infantiles como las situaciones de pérdida específicas de personas (duelos y separación), de animales, de cosas (juguetes, computadores, etc.), en relación a personas individuales como rechazo y expulsión de grupo, deterioro de la estima en ambientes académicos, en círculo de amistades, en el seno de la familia.
Trate de evitar lo que estimule sentimientos negativos, disminuya las expresiones de consuelo al mínimo y sustitúyalas por apoyo y ayuda. Intente desviar la atención en lo posible de los hechos perturbadores (distraer al niño con juegos, paseos, reunión con amiguitos o familiares, TV, etc.).Estimule el desarrollo de méritos valorados en el ambiente de que se trate, estimúlelos a hacer cosas consideradas útiles que abran la posibilidad de algún reconocimiento o le permitan a usted felicitarlos por ello. Explorar la posibilidad de compensación o reemplazo como hacerse de un nuevo animalito, regalarle otro juguete, compensarlo con expresiones afectivas razonables. Buscar otras alternativas de satisfacción, otros grupos, otras actividades, entretenimientos u otras amistades. Podemos estimulándolo a integrarse a otros grupos en que tenga mejores posibilidades de ser acogido. Lo que puede realizarse dentro de la misma escuela, vecindario, o en otros grupos como scouts, o deportes.
Pero como siempre indicamos, solicite ayuda profesional de inmediato, ya que existen tratamientos específicos para la depresión infantil: Pare el diseño de un tratamiento intgral para su hijo (Determiniar el tipo de terapia psicològica que requiera, detectar y resolver,en determinados casos, problemas en la dinàmica familiar, valorar la utilizaciòn de algùn medicamento-hay medicamentos antidepresivos cuyo uso ya ha sido avalado cientìficamente en niños, con buenos resultados).
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Depresión juvenil; Depresión en la adolescencia
Definición Volver al comienzo
Es un trastorno que se presenta durante los años de la adolescencia y se caracteriza por sentimientos persistentes de tristeza, desánimo, pérdida de la autoestima y ausencia de interés en las actividades usuales.
Causas, incidencia y factores de riesgo Volver al comienzo
La depresión puede ser una respuesta transitoria a muchas situaciones y factores de estrés. Este estado es común en los adolescentes, como consecuencia del proceso normal de maduración, del estrés asociado con éste, de la influencia de las hormonas sexuales y de los conflictos de independencia con los padres.
También puede ser una reacción a un suceso perturbador, como la muerte de un amigo o pariente, la ruptura con la novia o novio o el fracaso en la escuela. Los adolescentes que presentan baja autoestima, que son muy autocríticos o que perciben poco sentido de control sobre los eventos negativos presentan un riesgo particular de deprimirse cuando experimentan eventos generadores de estrés.
A menudo es difícil diagnosticar la verdadera depresión en adolescentes debido a que su comportamiento normal se caracteriza por variaciones del estado de ánimo, con períodos alternos de "el mundo es un sitio maravilloso" y "la vida apesta". Estos estados de ánimo pueden alternar en períodos de horas o días.
Por otra parte, la depresión persistente, el rendimiento escolar inestable, las relaciones caóticas con familiares y amigos, el abuso de substancias y otros comportamientos negativos pueden indicar un episodio depresivo serio. Estos síntomas pueden ser fáciles de reconocer pero la depresión en los adolescentes, con frecuencia, se manifiesta de formas muy diferentes a estos síntomas clásicos.
El exceso en el dormir, cambio en los hábitos alimenticios, incluso la conducta delictiva (como el hurto) pueden ser signos de depresión. Otro síntoma común de la depresión adolescente es una obsesión con la muerte, que puede tomar la forma ya sea de pensamientos suicidas o temores acerca de la muerte y del mismo hecho de morir.
Por lo general, la enfermedad depresiva prolongada comienza en la adolescencia o los años de adulto joven. Alrededor del 15 al 20% de los adolescentes en Estados Unidos ha experimentado un episodio severo de depresión, que es similar a la proporción de adultos que sufren de depresión.
Las niñas adolescentes presentan el doble de posibilidades de experimentar depresión que los niños. Entre los factores de riesgo se encuentran eventos de la vida generadores de estrés, en particular la pérdida de un padre por muerte o por divorcio, maltrato infantil tanto físico como sexual, atención inestable, falta de habilidades sociales, enfermedad crónica y antecedentes familiares de depresión. La depresión también está asociada con trastornos en la alimentación, particularmente bulimia.
Síntomas Volver al comienzo
Estado de ánimo depresivo o irritable
Mal genio, agitación
Pérdida del interés en las actividades, apatía
Disminución del placer por las actividades diarias
Incapacidad de disfrutar de actividades que solían ser placenteras
Cambios en el apetito, por lo general pérdida del apetito pero a veces aumento del mismo
Cambios de peso (aumento de peso o pérdida de peso involuntaria)
Dificultad para conciliar el sueño o para permanecer dormido (insomnio ) persistentes
Somnolencia diurna excesiva
Fatiga
Dificultades para concentrarse
Dificultad para tomar decisiones
Episodios de pérdida de la memoria (amnesia)
Preocupación por sí mismo
Sentimientos de minusvalía, tristeza o desprecio hacia sí mismo
Sentimientos de culpabilidad excesivos o inapropiados
Comportamiento inadecuado (incumplimiento de toques de queda, actitud desafiante poco común)
Pensamientos sobre suicidio o miedos o preocupaciones obsesivos sobre la muerte
Planes para cometer suicidio o intentos reales de suicidio
Patrón de comportamiento exageradamente irresponsable
Si estos síntomas duran por lo menos dos semanas y causan una significativa perturbación o dificultad para desempeñarse, se debe buscar tratamiento.
Signos y exámenes Volver al comienzo
Examen físico y exámenes de sangre para descartar que los síntomas tengan una causa médica (como por ejemplo, hipotiroidismo, embarazo y enfermedad renal).
Evaluación para verificar consumo de sustancias, como alcohol en exceso, consumo de marihuana y otras drogas pueden ser tanto causas como consecuencias de la depresión. Los antiguos procedimientos del tratamiento para la adicción se realizaban bajo la creencia de que la depresión era sólo un síntoma del uso, mas no una causa potencial, y por eso no se la trataba debidamente. Las investigaciones hoy en día demuestran que dichas prácticas incrementan el riesgo de reincidencia. Si se encuentran evidencias de consumo excesivo de sustancias, es preciso asegurarse de que la evaluación siquiátrica no se limite al diagnóstico y que continúe con la evaluación de la depresión y otros problemas siquiátricos potenciales.
Evaluación siquiátrica para determinar los antecedentes de tristeza, vacío o estado de ánimo irritable persistentes y la pérdida de interés o placer en las actividades normales. También es adecuada la evaluación para determinar otros posibles trastornos siquiátricos coexistentes (como ansiedad, manía o esquizofrenia).
Evaluación de los riesgos de suicidio/homicidio.
Información de familiares o personal de la escuela, la cual suele ser útil para identificar la depresión en los adolescentes.
Tratamiento Volver al comienzo
Las opciones terapéuticas para los adolescentes con depresión son similares a las de los adultos deprimidos e incluyen psicoterapia y medicamentos antidepresivos (ver depresión grave para una revisión de los tratamientos y cuidados personales). Sin embargo, actualmente existe una advertencia de no administrar Paxil, un antidepresivo importante, a niños menores de 18.
La terapia de familia puede ser útil si los conflictos familiares están contribuyendo con la depresión. También puede ser necesario el apoyo de la familia o los maestros para ayudar con los problemas escolares. Ocasionalmente, se puede requerir la hospitalización en una unidad psiquiátrica para los individuos con depresión grave o que están en riesgo de suicidio.
Debido a los problemas de conducta que coexisten a menudo con la depresión adolescente, muchos padres se ven tentados a enviar sus hijos a "campamentos de entrenamiento para reclutas", "programas educativos y terapéuticos de salidas al campo" o "escuelas de crecimiento emocional".
Estos programas, con frecuencia, utilizan un equipo que no es profesional y hacen uso de terapias de confrontación y castigos rudos. No existe evidencia científica que apoye el uso de estos programas. En efecto, hay un cuerpo de investigación cada vez mayor que sugiere que, en realidad, pueden lastimar a los adolescentes sensibles con depresión.
Los adolescentes deprimidos que reaccionan también pueden verse comprometidos con el sistema de justicia criminal y a menudo se recomienda a los padres no intervenir, sino dejar que "ellos experimenten las consecuencias".
Infortunadamente, esto también puede lastimar a los adolescentes a través de la exposición a compañeros que los desvían más y a una reducción de las oportunidades educativas. Una mejor solución es obtener el mejor asesoramiento legal posible y buscar tratamiento por su propia cuenta, lo que les da a los padres un mejor control sobre las técnicas y opciones que se utilizan.
Aunque un gran porcentaje de los adolescentes en el sistema de justicia criminal presentan trastornos mentales, como depresión, pocas prisiones juveniles, "campamentos de entrenamiento para reclutas" u otros programas "alternativos a la prisión" brindan un tratamiento adecuado.
Expectativas (pronóstico) Volver al comienzo
Los episodios depresivos generalmente responden al tratamiento, y el tratamiento amplio y oportuno de la depresión en la adolescencia puede prevenir episodios posteriores. Sin embargo, cerca de la mitad de los adolescentes que experimentan una depresión grave tienen probabilidades de seguir presentando depresión continua como adultos.
Complicaciones Volver al comienzo
El suicidio en los adolescentes se asocia con la depresión al igual que con muchos otros factores. A menudo, la depresión interfiere con el desempeño escolar y las relaciones interpersonales. Los adolescentes con depresión frecuentemente presentan otros problemas siquiátricos, como trastornos de ansiedad.
La depresión también se asocia comúnmente con violencia y comportamiento imprudente. Con la depresión también coexisten frecuentemente problemas como el consumo de drogas, alcohol y cigarrillo. Por lo general, los adolescentes con problemas siquiátricos adicionales requieren un tratamiento más prolongado e intensivo.
Situaciones que requieren asistencia médica Volver al comienzo
Se debe buscar asistencia médica si se presentan uno o más de los signos de advertencia de un suicidio potencial.
Aunque no existe un tipo específico de personalidad suicida, se debe estar alerta ante los siguientes signos:
Retraimiento, con urgencia por estar solo, aislamiento
Mal humor
Cambios de personalidad
Amenaza de suicidio
Entrega de las pertenencias más preciadas a otros
¡NUNCA SE DEBE IGNORAR UNA AMENAZA O UN INTENTO DE SUICIDIO!
Prevención Volver al comienzo
Los períodos de estado de ánimo deprimido son comunes en la mayoría de los adolescentes. Sin embargo, las relaciones interpersonales de ayuda y las habilidades de adaptación saludables pueden ayudar a evitar que dichos períodos conduzcan a síntomas depresivos más severos. La comunicación abierta con el adolescente puede ayudar a identificar la depresión a tiempo.
El asesoramiento puede ayudar a los adolescentes a sobrellevar los períodos de estado de ánimo bajo. La terapia cognitiva del comportamiento, que enseña a las personas deprimidas a combatir los pensamientos negativos y a reconocerlos como síntomas y no como la realidad de su mundo, es el tratamiento no medicado más efectivo para la depresión. Se debe garantizar que los consejeros o psicólogos que se busquen estén capacitados en el uso de este método.
Es posible que los episodios de depresión no se puedan prevenir en adolescentes con fuertes antecedentes familiares de este problema o con múltiples factores de riesgo, pero la identificación oportuna y el tratamiento rápido e integral puede prevenir o posponer los episodios posteriores.
Referencias Volver al comienzo
MacKenzie DL, Gover AR, Armstrong GS, Mitchell O. A National Study Comparing the Environments of Boot Camps With Traditional Facilities for Juvenile Offenders. Washington, DC. National Institute of Justice, US Dept. of Justice; 2001.
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