lunes, 14 de mayo de 2007

Ansiedad por separación

Desorden de ansiedad por separación
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001542.htm
Definición
Es una etapa del desarrollo durante la cual el niño experimenta ansiedad cuando se separa de la persona que le brinda cuidados en primera instancia (generalmente la madre). Es normal que se presente a los 8 meses de edad y puede durar hasta los 14 meses.
Causas, incidencia y factores de riesgo
A medida que los niños se desarrollan experimentan diferentes emociones, por lo general, en una secuencia relativamente predecible. Antes de los ocho meses, el mundo es tan nuevo para los bebés que tienen poco conocimiento de lo que es común y de lo que puede ser peligroso, por lo que las nuevas situaciones o experiencias parecen habituales, no atemorizantes.
En el desarrollo normal, este período inicial comprende el establecimiento de familiaridad con el ambiente del hogar y una sensación de seguridad y bienestar cuando los padres u otras personas encargadas de cuidarlos están presentes. Después de este tiempo de familiaridad, a menudo se produce temor debido a que el niño reconoce que algo poco común está sucediendo.
Entre los 8 y 14 meses de edad, los niños experimentan miedo a menudo, cuando conocen personas nuevas o visitan nuevos lugares. Ellos reconocen a sus padres como familiares y seguros. Cuando se separan de ellos, particularmente cuando están lejos del hogar, se sienten amenazados e inseguros.
La ansiedad por la separación es una etapa normal del desarrollo. Ayudaba a los ancestros a mantenerse vivos y ayuda a los niños a aprender a dominar el ambiente. Por lo general, finaliza alrededor de los 2 años de edad, cuando los niños que empiezan a caminar comprenden que los padres pueden estar fuera del alcance de su vista, pero que van a regresar. A esta edad, igualmente, se presenta un deseo normal de probar su autonomía.
La resolución de la ansiedad por la separación depende de un sentido adecuado de seguridad y confianza en personas distintas a los padres, la confianza y seguridad en su entorno y la confianza de que los padres van a regresar.
Aun después de que el niño haya superado esta etapa en forma exitosa, la ansiedad por la separación puede retornar durante períodos de estrés. La mayoría de los niños experimentan algún grado de ansiedad por la separación cuando se enfrentan a situaciones que no son familiares, en especial cuando están separados de sus padres.
Cuando los niños se enfrentan a situaciones (como la estadía en el hospital) y experimentan estrés (como en caso de dolor o enfermedad), buscan la seguridad, comodidad y protección de sus padres; pero cuando los padres no pueden estar con ellos en estas situaciones, el niño experimenta sufrimiento.
Por esto es que es tan importante permanecer con el niño tanto como sea posible durante cualquier procedimiento médico. La presencia de los padres o responsables puede en efecto reducir la cantidad de dolor que experimenta el niño, ya que la ansiedad de cualquier tipo empeora el dolor.
Síntomas
Sufrimiento excesivo cuando se separa al niño de la persona que lo cuida en primera instancia.
Preocupación acerca de la pérdida o daño a la persona que le brinda los cuidados.
Renuencia constante a ir a la escuela u otros lugares debido al miedo por la separación.
Renuencia a acostarse sin la presencia cercana del adulto significativo.
Pesadillas
Quejas físicas repetitivas
Signos y exámenes
No existen exámenes para esta condición ya que es normal. Si persiste una ansiedad severa por la separación después de los dos años de edad, puede ser necesaria una evaluación siquiátrica para determinar si se presenta un trastorno por ansiedad u otra condición. Esta evaluación consiste en una conversación del niño con un siquiatra y el suministro de cualquier antecedente familiar de enfermedad mental.
Tratamiento
No se requiere ningún tratamiento para la ansiedad por separación ordinaria.
Si se necesita algún procedimiento médico mientras el niño está en esta etapa, es importante que uno de los padres acompañe al niño cuando sea posible; pero cuando no lo puedan hacer, puede ayudar el hecho de exponer previamente el niño a la situación, por ejemplo, visitar el consultorio médico antes de un examen. Cuando esto no es posible, el niño puede mostrar ansiedad severa llorando, exhibiendo resistencia, suplicando y gritando.
Algunos hospitales ofrecen especialistas de Vida Infantil quienes son expertos en explicar los procedimientos y condiciones médicas a los niños de todas las edades. Si el niño es particularmente ansioso y necesita cuidado médico significativo, puede ser de utilidad consultar con el médico acerca de dichos servicios.
Cuando se hace necesaria la separación de sus padres y no ha sido posible tener una exposición previa a la situación (como en el caso de un tratamiento quirúrgico), algunos médicos recomiendan la administración de sedantes o tranquilizantes suaves para ayudarlo a reducir el trauma.
Se le debe explicar al niño en qué consiste la situación y la experiencia y asegurarle que uno de los padres va a estar esperando y específicamente DÓNDE va a esperar.
Para los niños mayores que no han superado con la edad la ansiedad por separación, dentro de la tabla de desarrollo normal o que han retornado a esta bajo estrés, los tratamientos efectivos pueden abarcar asesoría para los padres y el niño, cambios en la forma como los padres manejan a sus hijos y medicamentos contra la ansiedad.
Para los casos severos, el tratamiento puede incluir sicoterapia individual, educación de la familia y terapia familiar.
Expectativas (pronóstico)
Los niños pequeños con síntomas que mejoran después de los dos años son normales, aun si se presenta una aparición posterior de la ansiedad durante situaciones de estrés. Cuando la ansiedad por la separación se presenta durante la adolescencia, el pronóstico no es tan claro y puede indicar el desarrollo de un trastorno de ansiedad.
Situaciones que requieren asistencia médica
Se debe buscar asistencia médica cuando un niño muestre ansiedad significativa por la separación después de los dos años de edad.