martes, 17 de enero de 2012

Indicaciones para el EEG

El médico puede solicitar un EEG como prueba complementaria para él diagnóstico de diferentes enfermedades neurológicas. Como hemos mencionado anteriormente, la solicita un médico, generalmente el neurólogo y la suele realizar un neurofisiólogo. Las indicaciones básicas son epilepsia, diagnóstico de episodios paroxísticos, alteración del nivel de conciencia y alteraciones de funciones superiores. Puede estar indicado en otros procesos pero su indicación no es tan imprescindible.

Epilepsia: el electroencefalograma es una prueba diagnóstica fundamental en epilepsia, su principal indicación es descubrir patrones que sugieran epilepsia. Un registro electroencefalográfico con alteraciones ayuda a la confirmación del diagnóstico de epilepsia, pero un registro normal no descarta una epilepsia; y a la inversa, un electroencefalograma con alteraciones no es sinónimo de epilepsia. Es por esto, que es imprescindible, que él médico ubique la información obtenida con el electroencefalograma en, el contexto del paciente y con los datos disponibles, entre otros de la historia clínica y la exploración neurológica. No se debe interpretar el EEG fuera del resto de los datos, pues puede inducir a errores diagnósticos y a errores en el tratamiento.
El electroencefalograma también se utiliza para valorar la evolución del paciente con epilepsia.
En él diagnóstico de episodios paroxísticos, como puede ser un episodio de alteración de conciencia, del control motor, o de síntomas peculiares, la realización de un EEG entre los episodios, cuando el paciente esta asintomático, puede ayudar a encontrar datos indirectos. Pero puede llegar a ser necesario intentar registrar el episodio mediante video-EEG, e incluso añadir otros parámetros como electrocardiograma, electromiograma, saturación de oxigeno, presión arterial etc.
Los trastornos de la conciencia y el coma, son la segunda indicación más frecuente para realizar un EEG después de la epilepsia. El EEG efectuado en estas situaciones puede ayudar a definir la causa de la alteración de consciencia, valorar la evolución del proceso, y en algunos casos, establecer un pronostico determinado.
El EEG puede estar indicado en alteraciones cerebrales difusas de origen diverso. Puesto que el EEG proporciona información dinámica de la actividad cortical del encéfalo, la información puede indicar de forma indirecta alteraciones producidas por enfermedades metabólicas, endocrinas, enfermedades degenerativas del sistema nervioso central. De modo que el EEG también puede estar indicado en alteraciones cerebrales difusas de diferente origen, con manifestaciones variadas, como puede ser el deterioro del nivel de conciencia, perdida de memoria u otras afectaciones de funciones superiores, también se usa en las demencias. Se usa tanto en el momento inicial como a lo largo de la evolución, ya que puede ser útil como prueba para vigilar la evolución de la función cerebral en enfermedades generales con repercusión en la función del encéfalo.
Hace muchos años, en sus inicios, la electroencefalografía se utilizo para localizar lesiones estructurales del sistema nervioso central. Sin embargo, el desarrollo de las pruebas de imagen cerebral, ha demostrado que la localización de las lesiones estructurales es mejor con otras técnicas como Resonancia Magnética o TAC (scanner) cerebral.
En conclusión, el electroencefalograma, se solicita como prueba complementaria para la ayuda al diagnóstico de diferentes procesos neurológicos. Una vez realizado, es evaluado por el neurofisiólogo, quien redacta un informe y lo remite al médico que ha solicitado la prueba. Este médico debe valorar el resultado en función del contexto de cada paciente, es decir, motivo de solicitud de la prueba, historia clínica, exploración neurológica y otras pruebas complementarias si las hubiera.