viernes, 26 de octubre de 2007

Trastorno por pánico


El caso de Antonio: “Tengo un infarto. Me muero.”
Antonio es un profesor universitario joven que padece crisis de ansiedad desde hace un par de años. La primera vez que tuvo una “crisis de ansiedad” fue a urgencias porque pensaba que estaba sufriendo un infarto. No pensaba que tuviese ansiedad, ni podía creerse que los médicos no le hicieran mucho caso a su supuesto infarto. De hecho le comentaron que “sólo” tenía ansiedad y le mandaron algunas pastillas. Estas pastillas le suprimían las sensaciones de ansiedad, sobre todo al principio, e incluso le dejaban a veces un tanto adormilado, pero pronto comenzó a notar que “eso seguía ahí”. Se notaba muy pendiente de su corazón, de si se aceleraba o palpitaba con fuerza. Él era deportista, pero a partir de las crisis de ansiedad cada vez le apetecía menos el deporte. En realidad le producía miedo, porque en cuanto montaba en la bicicleta le resultaba inevitable notar cómo se aceleraba su corazón y tenía que dejarlo “porque podía ocurrir lo peor”. No obstante, sus crisis aparecían de modo inesperado. Nunca sabía a ciencia cierta si iba a tener una crisis o no, pero era cierto que había determinados sitios o situaciones que prefería evitar: grandes almacenes, colas en supermercados, viajar en avión, etc. Antonio veía que su vida se limitaba. Últimamente no soportaba ver películas de intriga o acción y —lo que era peor para él— se estaba distanciando de su pareja porque habían comenzado a evitar los encuentros sexuales con ella. De nuevo estaba el miedo al infarto campando a sus anchas: cuando hacía el amor notaba que el corazón se aceleraba y no podía evitar pensar en el infarto. Tenía que detenerse. Su mujer ya no tenía claro si realmente “sólo” era ansiedad lo de Antonio.

El caso de Rosa: “Acabaré loca en un manicomio”
Rosa tenía 32 años cuando acudió a consulta. Llevaba una larga andadura en su búsqueda de ayuda, que se remontaba unos cinco años y que incluía psiquiatras, psicólogos, curanderos y videntes. Todo comenzó tras una época bastante estresante en el trabajo. Un día tuvo una experiencia que calificó de aterradora. Estaba caminando por una de las calles de su pueblo y de repente sintió una extrañeza inexplicable: sabía que ésa era la misma calle de siempre pero le resultaba desconocida. Se sentía como si se hubiese caído de un platillo volante y no conociese a nadie ni reconociese las calles de su pueblo natal. Comenzó a correr; las piernas no le dejaban estar quieta, sentía oleadas de calor y le faltaba el aire. Llegó corriendo a su casa y se quedó más tranquila pero totalmente confundida: “¿Me estaré volviendo loca?” —se preguntó—. Precisamente, unas semanas atrás habían ingresado en un hospital psiquiátrico a dos vecinos suyos, aunque no sabía muy bien porqué. La experiencia volvió a repetirse cuatro o cinco veces antes de que su madre le acompañara al psiquiatra. El psiquiatra no se mostró muy seguro sobre el trastorno de Rosa, pero —según contó— le dijo a su madre que podía ser “ESQUIZOFRENIA”. Una palabra con mayúsculas para Rosa y que no podía escuchar sin que se le erizara el vello de todo el cuerpo. Rosa sabía que la esquizofrenia es un trastorno mental grave que produce experiencias extrañas; como ver personas que no están, oír voces que nos insultan, o tener sensaciones aterradoras de ser perseguido, espiado o controlado desde el exterior. Para ella, esa palabra era sinónimo de pérdida de la razón y aquel diagnóstico provisional se convirtió en motivo de una gran preocupación, ya que las sensaciones terroríficas se repitieron en varias ocasiones.

Rosa estaba medicada con Risperidona, una medicación antipsicótica que le adormilaba mucho y no le eliminaba los síntomas. Motivo por el que la madre la llevó a un curandero; que tampoco logró resultado alguno. A continuación, Rosa fue a una vidente que le “ratificó” el diagnóstico de esquizofrenia. Cuando llegó a nuestra clínica estaba plenamente convencida de que padecía esquizofrenia y que iba a “acabar en el manicomio haciendo escobas como los locos” —según sus propias palabras—.

El trastorno
El trastorno de pánico se caracteriza por la presencia de crisis de ansiedad y el temor a experimentar nuevas crisis. Una crisis de ansiedad es una reacción de miedo o malestar intenso que se presenta de forma repentina y alcanza su máxima intensidad en cuestión de dos o tres minutos, diez como máximo. Para denominarla así, esa reacción de miedo intenso debe ir acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas:

Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca
Sudoración
Temblores o sacudidas
Sensación de ahogo o falta de aliento
Sensación de atragantarse
Opresión o malestar en el pecho
Náuseas o molestias abdominales
Inestabilidad, mareo o desmayo
Sensación de irrealidad (desrealización) o de estar separado de uno mismo (despersonalización)
Miedo a perder el control o volverse loco
Miedo a morir
Sensación de entumecimiento u hormigueo
Escalofríos o sofoco
Cuando no se alcanzan los cuatro síntomas requeridos de la tabla anterior, pero hay malestar suficiente, hablamos de crisis de síntomas limitados o minicrisis. El enfoque de tratamiento que requiere es exactamente el mismo.

La clave del trastorno
El trastorno de pánico se ha definido como el miedo al miedo . La esencia de este trastorno es que el paciente teme que los síntomas inofensivos sean la señal de un peligro real. Entonces, la interpretación catastrófica de esos síntomas inofensivos genera un estado de miedo que produce, de modo natural, que dichos síntomas aumenten en intensidad y se produce una espiral de ansiedad rápidamente creciente que desemboca en la crisis de ansiedad.

Antonio sentía una ligera presión en el pecho —que suele deberse a la acumulación espontánea de aire en los pulmones— y entonces pensaba: “¿Qué puede ser esto? Hace ya un rato que lo estoy notando. No creo que sea algo grave, pero ¿y si fuera algún problema cardiaco? No, no lo creo. ¡Oye! Parece que ha aumentado el dolor... Esto me asusta. Me duele más. ¡Es un infarto...! [Dolor extremo]” Al final acudió a urgencias, donde le dijeron que “sólo” era ansiedad.

Otras crisis se producen cuando el paciente interpreta que su mareo o su vértigo le puede hacer desmayarse y caer. O cuando el paciente interpreta sensaciones extrañas de irrealidad o de ser distinto como señal de que podría estar volviéndose loco. En realidad, el mareo, el vértigo, la opresión en el pecho, la sensación de irrealidad, la sensación de no ser uno mismo o de verse desde fuera de sí, pueden ser síntomas de un fenómeno común como respuesta a situaciones estresantes. Lo denominamos hiperventilación y consiste en un aumento de la frecuencia de la respiración que hace acumular más oxígeno del necesario en la sangre, disminuyendo a su vez la cantidad de anhídrido carbónico en ésta. Ese cambio sanguíneo se registra en un lugar del cerebro y entonces produce los síntomas. Síntomas que ya conocían los buceadores con el nombre de borrachera de oxígeno, y que se producen cuando no realizan bien la mezcla de oxígeno y otros gases, lo que produce exactamente el mismo incremento de oxígeno y descenso de anhídrido carbónico en la sangre.

Tratamiento:
-Una parte fundamental del tratamiento es la psicoeducación, es decir, que el paciente y sus familiares conozcan el trastorno (caracteristicas, pronóstico, tratamientos efectivos) lo cual, desde el inicio asegura un apego y dismuye las angustias generadas por ideas erróneas secundarias a la falta de conocimientos ("Es una enfermedad del corazón...son por traumas...soy una perosna débil si tuviera más carácter esto no me pasaría..etc etc)
-El tratamiento farmacológico supervisado por un médico especialista en el área disminuye los síntomas y asegura la remisión en más del 80% de los casos.
-La terapia conductual y la Terapia cognitivo conductual son la únicas psicoterapias que en estudios científicos adecuadamente diseñados han demostrado su eficacia en el trastorno de angustia (Dude de los especialistas o profesionales que les recomienden terapia psicoanalítica, Gestalt,equinoterapia, delfinoterapia, etc., o algún otro tipo de terapia que no cuente con aval científico).
-El ejercicio aérobico y las técnicas de relajación también son útiles.

jueves, 18 de octubre de 2007

Trastornos de la alimentación.

A Regina le gustaba ir con sus amigas al patio de comidas, pero ahora de solo pensar en hacer esto le da terror. Además, ya no tiene tiempo para estar con sus amigas; está ocupada corriendo o asistiendo a las clases aeróbicas. Cada vez que se mira al espejo se ve gorda, aunque en realidad la balanza indica que está adelgazando. Regina ha cambiado; ya no es la misma persona. En la escuela, tiene dificultades para concentrarse y siempre está cansada.

Regina sufre un trastorno de la alimentación. Los trastornos de la alimentación son muy comunes en los Estados Unidos. Los sufren de entre 5 y 10 millones de personas y, según los expertos, el 1% de los norteamericanos adolescentes. Esto significa que si tu clase tiene 400 estudiantes, probablemente haya cuatro que sufran este trastorno.

Anorexia nerviosa y Bulimia nerviosa
Los dos tipos más comunes de trastornos alimenticios son la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa (más conocidas como anorexia y bulimia). Estos dos trastornos son difíciles de separar ya que comparten ciertas características: tanto en la anorexia como en la bulimia, la persona tiene una imagen distorsionada de su propio cuerpo. Esta persona vive obsesionada con la comida.

La anorexia y la bulimia tienden a afectar con más frecuencia a niñas que a varones; pero el 10% de la gente con trastornos de este tipo son hombres. Como se tiende a pensar que los trastornos de la alimentación afectan solamente a las mujeres, no se presta atención al problema en los hombres. Los hombres que presentan trastornos alimenticios suelen concentrarse en la apariencia física o en el éxito deportivo más que en verse delgados.

La gente que sufre de anorexia tiene mucho miedo de engordar. Es por eso que apenas come y lo poco que ingiere se convierte en una obsesión. Es bastante común que una persona con anorexia pese la comida antes de ingerirla o cuente sus calorías. También es común que la persona haga ejercicio en exceso con el objetivo de bajar de peso.

Una característica particular de la anorexia es que la persona no solamente desea ser muy delgada sino que tiene una percepción distorsionada de su propio cuerpo. Si bien bajan de peso a una velocidad alarmante, las personas con anorexia no se consideran delgadas. Una persona que sufre de este trastorno, se mira en el espejo y ve a una persona gorda.

La bulimia es algo diferente a la anorexia ya que la persona que la padece no evita comer. Todo lo contrario; esta persona ingiere grandes cantidades de alimentos que elimina vomitando. Este comportamiento se conoce como “atracones y vaciado”. Como en el caso de la anorexia, la bulimia tiende a afectar a adolescentes y mujeres jóvenes más que a hombres. A diferencia de la anorexia, la bulimia es difícil de detectar. De hecho, una persona con bulimia puede tener un peso normal o un poco mayor que el peso normal.

Señales de advertencia
Entonces, ¿cómo puedes saber si una persona tiene anorexia o bulimia? No puedes darte cuenta simplemente mirando a la persona. Alguien que baja mucho de peso puede estar sufriendo otro problema de salud. Pero si conoces a alguien que encaja en la descripción que hacemos a continuación, debes tratar de ayudar a este amigo.

Anorexia:

baja de peso hasta llegara a un 20% de lo normal;
niega tener hambre;
hace ejercicio de manera excesiva;
se siente gorda; y
se aísla socialmente
Bulimia:

inventa excusas para ir al baño inmediatamente después de terminar la comida;
come grandes cantidades de comida pero no aumenta de peso;
utiliza laxantes o diuréticos; y
se aísla socialmente
¿Cuáles son las causas de la Anorexia y la Bulimia?
Nadie está totalmente seguro sobre las causas de los trastornos de la alimentación; sin embargo, existen varias teorías sobre por qué la gente desarrolla estas patologías. La mayoría de la gente que desarrolla un trastorno alimenticio se encuentra entre los 14 y 18 años (aunque es posible que, en ciertas personas, comience a una edad más temprana). En ese momento de sus vidas, los adolescentes sienten que no pueden tener nada bajo control. Los cambios físicos y emocionales que ocurren en la pubertad pueden hacer que aun la persona más segura de sí misma se sienta un poco fuera de control. Al controlar su propio cuerpo, las personas con trastornos de la alimentación sienten que pueden recuperar parte del control –aunque lo logren de una manera no saludable.

En el caso de las mujeres, aunque es completamente normal (y necesario) aumentar un poco de peso durante la pubertad, algunas reaccionan al cambio teniendo mucho miedo de su nuevo peso y sienten que deben hacer algo para eliminarlo. Es fácil darse cuenta por qué a algunas personas les da miedo aumentar de peso, aun cuando saben que es saludable y temporal. Estamos rodeados de imágenes de gente famosa muy delgada –gente que pesa mucho menos que el peso saludable que deberían tener. Cuando se combina la presión por ser como estos modelos con el cambio físico normal por la edad, no es difícil entender por qué algunos adolescentes tienen una imagen distorsionada de sus cuerpos.

Algunas personas que adquieren este trastorno alimenticio pueden presentar también un estado depresivo y ansiedad. Los especialistas creen que la gente que tiene trastornos de la alimentación también sufre del trastorno obsesivo-compulsivo. Su anorexia o bulimia son una herramienta para controlar el estrés y la ansiedad que surge en la adolescencia y les permite tomar el control y establecer un orden en sus vidas.

También existe evidencia de que los trastornos de la alimentación son un problema que ya otros miembros de la familia tienen o han tenido. Nuestros padres ejercen una influencia en nuestros valores, prioridades y, por supuesto, en nuestra manera de comer. Es por ello que el trastorno está relacionado con el ambiente y la influencia familiar. Pero también se ha sugerido que hay un componente genético en ciertos comportamientos. Y los trastornos de la alimentación pueden ser uno de ellos.

El deporte y los trastornos de la alimentación
Hay ciertos deportes donde las mujeres corren un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la alimentación. La gimnasia artística, el patinaje sobre hielo o las danzas clásicas, por lo general, operan dentro de una cultura donde tener poco peso es importante. Hasta quienes se ven empujados a hacer dieta. Pero, con la intención de perfeccionar sus cuerpos y satisfacer el deseo de quienes los rodean, estos atletas pueden terminar sufriendo de trastornos de la alimentación.

Si bien es inusual que un hombre sufra de anorexia o bulimia, esto puede ocurrir; especialmente a causa de las exigencias de ciertos deportes. Hay deportes, como la lucha libre, que tienen categorías por peso, lo cual inclina a ciertos hombres a sufrir trastornos de la alimentación. En ciertos casos, los atletas hombres son alentados -de manera no intencional- a entrar en este mundo de trastornos alimenticios; se les inculca que ganar es lo más importante.

Pero la verdad es que un trastorno alimenticio daña más de lo que beneficia. Los atletas con trastornos de la alimentación, ya sean hombres o mujeres, verán que, a causa de la falta de energía y nutrientes, su rendimiento físico se deteriora y las lesiones son más frecuentes.

Los efectos de los trastornos de la alimentación
Cualquiera sea la causa de los trastornos de la alimentación, es claro que los efectos pueden ser dañinos –y hasta devastadores y peligrosos para la vida de quien sufre esta patología. Las personas cuyo peso es, por lo menos, un 15% menor que el estándar normal correspondiente a su altura, seguramente no cuenten con la grasa corporal suficiente para mantener sus órganos y otras partes del cuerpo sanos.

Una persona que sufre de anorexia puede tener problemas de corazón, hígado y riñones ya que no come lo suficiente. El cuerpo funciona lentamente, como si se estuviera muriendo de hambre, causando una baja en la presión sanguínea, el pulso y el ritmo respiratorio. (En el caso de las mujeres, esta inanición (o falta de alimentos) conduce a la desaparición de la menstruación). La falta de energía puede llevar a las personas que sufren de anorexia a sentirse mareadas y con poca capacidad de concentración. La anemia (falta de glóbulos rojos), la hinchazón de las articulaciones y la fragilidad ósea son afecciones comunes entre la gente con anorexia. La anorexia puede hacer que el cabello se caiga, que las uñas se rompan con facilidad y que la piel se recubra de un vello fino y suave llamado “lanugo”. En casos extremos, los trastornos de la alimentación pueden desembocar en una desnutrición severa y hasta provocar la muerte.

La gente con bulimia sufre constantemente de dolor estomacal. De hecho, la bulimia puede dañar el estómago y los riñones como resultado del vómito constante. La bulimia es capaz de deteriorar el estado de los dientes ya que al vomitar la boca se llena de ácidos que arruinan la dentadura. También es posible que la zona de la cara donde se encuentran las glándulas salivales se hinche a causa de la expansión permanente de éstas por el vómito continuo. Como en el caso de las mujeres con anorexia, a las que sufren de bulimia también les desaparece la menstruación. Y, lo más peligroso es que el vómito continuo que practican puede llevar a una disminución del potasio en el organismo, lo cual contribuye a la formación de problemas cardíacos y puede, incluso, ser causa de muerte.

Los trastornos de la alimentación también pueden crear problemas emocionales. Cuando una persona vive obsesionada con el peso, es difícil que logre concentrarse en otra cosa. Muchas veces, la gente con trastornos de la alimentación se aísla y se vuelve menos sociable. Los adolescentes que sufren de anorexia no son capaces de disfrutar de comidas con amigos y familiares y, por lo general, no están dispuestos a interrumpir su rutina de ejercicio para divertirse un poco. Los individuos con bulimia invierten mucho tiempo y energía planeando su próximo atracón, gastan mucho dinero en alimentos y se esconden por largo rato en el baño al finalizar la comida.

Los trastornos de la alimentación no son divertidos. Tanto la anorexia como la bulimia pueden provocar depresión y sentimientos de culpabilidad. Algunas personas con trastornos de la alimentación comienzan a usar drogas, u otras sustancias, con el objetivo de ocultar su sufrimiento; lo cual empeora las cosas.

El tratamiento para los trastornos de la alimentación
Afortunadamente, la gente que sufre de estos trastornos puede mejorar y volver, gradualmente, a comer de una manera normal. Dado que la anorexia y la bulimia afectan tanto al cuerpo como a la mente, el tratamiento y la recuperación estarán a cargo de médicos clínicos, psicólogos (o psiquiatras) y dietistas.

Las terapias son una parte crítica para el tratamiento del trastorno. En muchos casos, la terapia familiar es la clave para la recuperación de hábitos saludables de nutrición. Los padres, y otros miembros de la familia, cumplen un rol importante en hacerle ver a quien padece del trastorno que tiene un cuerpo perfectamente normal y que ser delgada no hace a una persona feliz.

Lo más importante en el tratamiento de los trastornos de la alimentación es identificar y atacar el problema lo antes posible. Como todo mal hábito, las malas costumbres alimenticias son más difíciles de cortar cuanto más tiempo se las haya puesto en práctica. Si sufres de trastornos de la alimentación, no esperes más. La anorexia y la bulimia pueden hacerle mucho daño a tu cuerpo y a tu mente si las dejas sin tratar. El peor daño que te pueden hacer es matarte; el daño menor es que te sientas y te veas de lo peor.

Si deseas hablar con alguien sobre estos trastornos pero no te sientes cómodo haciéndolo con tus padres, háblale a un maestro, un vecino, tu médico o cualquier otro adulto con el que te sientas cómodo. Recuerda que los trastornos de la alimentación son muy comunes entre los adolescentes y que hay tratamientos disponibles para ayudarte a superar el problema.

Actualizado y revisado por: Barbara P. Homeier, MD

Los niños necesitan límites. Cómo educar con disciplina a nuestros hijos

Una disciplina eficaz a la hora de aplicar los límites a nuestros hijos es lo más importante. Si nosotros presentamos una buena regla, nuestro hijo estará dispuesto a cumplirla porque lo que quieren ellos es agradarnos. No nos encontramos preparados para establecer los límites. Nos falta habilidad para hacerlo. Hablamos demasiado, exageramos en la emoción, y en muchos casos, nos equivocamos en nuestra forma de expresar con claridad y con demasiada autoridad. Cuando necesitamos decir a nuestros hijos que deben hacer algo y "ahora" (recoger los juguetes, irse a la cama, etc.), debemos tener en cuenta algunos consejos básicos:


Debemos tener objetividad
Es frecuente oír de nosotros mismos y de otros padres expresiones como "Pórtate bien", "Sé bueno", o "no hagas eso" Las expresiones significan diferentes cosas para diferentes personas. Nuestros hijos nos entenderán mejor si hacemos nuestras normas de una forma más concreta. Un límite bien especificado dice a un niño exactamente lo que debe estar hecho. "Habla bajito en una biblioteca "; "Da de comer al perro ahora": "Agarra mi mano para cruzar la calle". Esta es una forma que puede aumentar substancialmente la relación de complicidad de su hijo.


Ofrezca opciones
En muchos casos podemos dar a nuestros hijos una oportunidad limitada de decidir como cumplir sus "órdenes". La libertad de oportunidad hace que un niño sienta una sensación de poder y control, reduciendo las resistencias. Por ejemplo: "Es la hora del baño. ¿Lo quieres tomar con la ducha o en la bañera llena?"; "Es la hora de vestirse. ¿Quieres elegir un traje, o lo hago yo? Esta es una forma más fácil y rápida de decir a un niño exactamente lo que hacer.


Sean firmes
En cuestiones realmente importantes, cuando existe una resistencia a la obediencia, nosotros necesitamos aplicar el límite con firmeza. Un límite firme dice a un niño que él debe parar con dicho comportamiento y obedecer a tus deseos inmediatamente. Por ejemplo: "Vayas a su habitación ahora" o "¡Pare!, los juguetes no son para tirar". Los límites firmes son mejor aplicados con una voz segura, sin gritos, y una seria mirada en el rostro. Los límites más suaves suponen que el niño tiene una opción de obedecer o no. Ejemplos de ligeros límites: "¿Porqué no lleva tus juguetes fuera de aquí?"; "Debes hacer las tareas de la escuela ahora"; " Venga a casa ahora, ¿vale?" e "Yo realmente deseo que te limpies". Esos límites son apropiados para momentos cuando se quiere que el niño actúe en un cierto camino. De cualquier modo, para esas pocas obligaciones "debe estar hecho", serás mejor cómplice de su hijo si les aplica un firme comando. La firmeza está entre lo ligero y lo autoritario.


Acentúa lo positivo
Los niños son más receptivos en "hacer" a lo que les ordenan. Directivas cómo el "no" o "pare" dicen a un niño que es inaceptable pero no explica qué comportamiento le gustaría en cambio. En general, es mejor decir a un niño lo que debe hacer ("Habla bajo") antes de lo que no debe hacer ("No grite"). Padres autoritarios dan más órdenes "no", mientras los demás están propensos a aplicar el orden con el "hacer".


Se mantengan al margen
Cuándo decimos "quiero que te vayas a la cama ahora mismo", estamos creando una lucha de poder personal con nuestros hijos. Una buena estrategia es hacer constar la regla de una forma impersonal. Por ejemplo: "Son las 8, hora de acostarse" y le enseña el reloj. En este caso, algunos conflictos y sentimientos estarán entre el niño y el reloj.


Explica el porqué
Cuando una persona entiende el motivo de una regla, como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y para otros, se sentirá mas animado a obedecerla. De este modo, lo mejor cuando se aplica un límite, es explicar al niño el porqué tiene que obedecer. Entendiendo la razón para el orden ayuda a los niños a que desarrollen valores internos de conducta o comportamiento- una conciencia. Antes de dar una larga explicación que puede distraer a los niños, manifieste la razón en pocas palabras. Por ejemplo: "No muerdas a las personas. Eso les hará daño"; "Si tiras los juguetes de otros niños, ellos se sentirán tristes porque les gustaría jugar aún con ellos".


Sugiera una alternativa
Siempre que apliques un límite al comportamiento de un niño, intente indicar una alternativa aceptable. Por hacerlo sonará menos negativo y su hijo se sentirá menos desaventajado. De este modo, te empeñas en decir "no sé si te gustaría mi pintalabios, pero eso es para los labios y no para jugar. Aquí tienes un lápiz y papel en cambio". Otro ejemplo sería decir "No te puedo dar un caramelo antes de la cena, pero te puedo dar un helado de chocolate después". Por ofrecerle alternativas, le estás enseñando que sus sentimientos y deseos son aceptables. Este es un camino de expresión más correcto.


Sea seriamente consistente
Una regla puntual para una efectiva puesta del límite es evitar una regla repetitiva. Una rutina flexible (acostarse a las 8 una noche, a las 8 y media en la próxima, y a las 9 en otra noche) invita a una resistencia y se torna imposible de cumplir. Rutinas y reglas importantes en la familia deberían ser efectivas día tras día, aunque estés cansado o indispuesto. Si das a tu hijo la oportunidad de dar vueltas a sus reglas, ellos seguramente intentarán resistir.


Desaprueba la conducta, no el niño
Es necesario que dejemos claro para nuestros hijos que nuestra desaprobación está relacionada a su comportamiento y no directamente a ellos. No les estamos rechazando. Lejos de decir "Niño malo" (desaprobación del niño). Deberíamos decir "No muerdas" (desaprobación de la conducta). En lugar de decir "realmente no puedo controlarte cuando actúas de esta forma", deberíamos decir, "Estas latas no están para tirar. Deben quedar en el estante del almacén".


Controla las emociones
Los investigadores señalan que cuando los padres están muy enojados castigan más seriamente y son más propensos a ser verbalmente y/o físicamente abusivos a sus niños. Hay épocas en que necesitamos llevar con más calma, y contar hasta diez antes de reaccionar. La disciplina es básicamente enseñar al niño cómo debe comportarse. No se puede enseñar con eficacia si usted es extremamente emocional. Delante de un mal comportamiento, lo mejor es llevar un minuto de calma uno mismo, y después preguntar con calma, "¿que sucedió aquí?". Todos los niños necesitan que sus padres establezcan las guías de consulta para el comportamiento aceptable. Cuanto más expertos hacemos en fijar los límites, mayor es la cooperación que recibiremos de nuestros niños y menor la necesidad de aplicar consecuencias desagradables para que se cumplan los límites. El resultado es una atmósfera casera más agradable para los padres y los hijos.

(Autor: Charles E. Schaefer, Ph.D., es un profesor de psicologÍa y director del Centro de Servicios Psicológicos en la Universidad de Fairleigh Dickinson. Es autor de más de 40 libros, incluyendo "Teach your child to behave disciplining with love from 2 to 8 years".)

Mutismo Electivo (Selectivo)

El Mutismo Selectivo o Electivo es un trastorno cuya edad de inicio suele ser anterior a los 5 años de vida del niño y que se caracteriza por la incapacidad persistente para hablar en algunas situaciones sociales, pero no en otras (de ahí la denominación de selectivo). En vez de utilizar el lenguaje oral, el niño puede recurrir a utilizar gestos, mover la cabeza o responder con monosílabos para comunicarse.

Existen determinadas situaciones en las que el niño puede no comunicarse verbalmente y no tratarse de un caso de mutismo selectivo:

- Por ejemplo, un niño puede no hablar en los primeros meses de escolaridad por vergüenza a la nueva situación social.

- O puede tratarse de una falta de fluidez, por ausencia de suficiente dominio de la lengua.

- O deberse a otro problema diferente (tartamudeo).

Es frecuente que el mutismo selectivo se acompañe de otras características personales como las rabietas, la timidez y el retraimiento. También existiría el riesgo de que estos niños sean objeto de burlas por sus compañeros o incluso de acoso escolar.

Este trastorno que puede llegar a mantenerse durante años se presenta con mayor frecuencia en niñas que en niños.

Algunas pautas para ayudar al niño a superar el mutismo selectivo en el colegio:

-El tutor debe mantener una estrecha relación afectiva con el niño de modo que se disipen sus temores en el entorno escolar




-Aunque no nos hable, sí debemos comunicarnos con él y estar atentos a sus deseos de comunicación. Hacerle preguntas frecuentes que sólo exijan monosílabos o respuestas cortas, para progresivamente ir pidiendo más producción oral.

-Realizar actividades y juegos en los que no haga falta hablar, sólo mover el cuerpo o producir diferentes sonidos.

-Comenzar a realizar las actividades por parejas, para progresivamente ir ampliando el número de participantes.

-Estar atento, reforzar, elogiar los más mínimos acercamientos del niños al uso del lenguaje, ampliando progresivamente la exigencia

-Facilitar el intercambio del niño con sus compañeros, eligiendo a la hora de formar grupos de trabajo a los niños que más puedan ayudarle.

miércoles, 10 de octubre de 2007

depresión y discapacidad

Depresión

y

Discapacidad





Guía Práctica









Karla Thompson, Ph.D.







The North Carolina Office on Disability & Health









La depresión es una enfermedad que afecta a más de 17 millones de americanos cada año. Muchos de estos individuos tienen una discapacidad. No todas las personas con discapacidades sufren depresión, y en la mayoría de los casos, si sufren depresión no es debido a su discapacidad. No obstante, las personas con discapacidades enfrentan estrés y retos diferentes, por lo cual el riesgo de sufrir depresión es más alto en estas personas.



La depresión es un problema de salud común y serio. Aproximadamente un 12 por ciento de todos los hombres y 20 por ciento de todas las mujeres sufren por lo menos un episodio de depresión en el transcurso de su vida y, en cualquier momento, el 5 por ciento de la población general puede estar sufriendo de depresión. Ciertos estudios han demostrado que los síntomas de la depresión podrían ser de 2 a 10 veces más comunes en individuos con discapacidades o que sufren de enfermedades crónicas, y que la depresión es una de las “condiciones secundarias” más comunes asociadas con discapacidad y enfermedad crónica.





La buena noticia es que hay disponibles tratamientos eficaces para la depresión.





CONTENIDO












¿Qué es la depresión? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .



¿Por qué sufren las personas de depresión? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .



¿Por qué tienen las personas con discapacidades riesgo de depresión? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .



¿Cómo se trata la depresión? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .



¿Qué debe hacer si cree que está deprimido? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .



Más información sobre la depresión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .





¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?









La depresión no es solamente sentirse triste, melancólico, o desanimado, es mucho más que el desaliento que puede ser parte de la vida diaria. Ésta es una enfermedad que afecta a toda la persona --sus pensamientos, sentimientos, comportamiento y su salud física. En su forma más benigna, la depresión puede impedirles a individuos usualmente saludables que gocen de la vida a plenitud.



Cuando los síntomas de la depresión son más graves, pueden causar sufrimiento innecesario a la persona que está deprimida y causar dolor innecesario a las personas que los aman. En su forma más grave, la depresión puede ser una condición que amenaza la vida.



Síntomas



Algunos síntomas de la depresión pueden ser:







Sentimientos de tristeza, ansiedad, desesperanza o vacío.



Pérdida de interés en las actividades que anteriormente disfrutaba.



Problemas con el sueño, tales como dormir mucho, dificultad para conciliar el sueño, no dormir lo necesario, o despertar muy temprano en la mañana.



Cambio de apetito con pérdida o aumento de peso.



Sensación de irritabilidad, frustración o desasosiego.



Disminución de energía o cansancio después de actividades normales.



Dificultad concentrándose, falta de memoria, dificultad para tomar decisiones, o procesos mentales lentos.



Excesivos sentimientos de culpabilidad, sensación de inutilidad o desamparo.



Disminución del interés de relacionarse con otros.



Llorar con más frecuencia de lo usual.



Pensamientos repetidos sobre la muerte o acerca de morir.



Pensamientos suicidas o intentos de suicidio.



Cuando alguien está deprimido, esa persona tiene síntomas todo el día, casi diariamente , que duran por lo menos dos semanas.



No todo aquel que está deprimido presentará todos estos síntomas. Los síntomas individuales asociados con la depresión son muy comunes. Cambios ocasionales de apetito o en el patrón de conciliar el sueño, sentimientos de tristeza, culpabilidad, irritabilidad o fatiga son parte de la experiencia normal del ser humano. Cuando muchos de estos síntomas ocurren juntos causando dificultades en el funcionamiento diario y perduran por varias semanas, se sospecha que pueda haber una enfermedad depresiva.



Existen tratamientos para todos los tipos de depresión.



Hay varios tipos de depresiones. El tipo más grave, llamado depresión mayor, implica una combinación específica de los síntomas descritos en la pagina 5. Algunas veces la depresión mayor pueda ser parte de otro trastorno del estado anímico llamado trastorno bipolar , en el cual los periodos de depresión alternan con periodos de alto estado de ánimo, aumento de energía, agitación y otros síntomas.



Las personas que sufren un episodio de depresión mayor se sienten desesperanzadas y abrumadas. Estas personas podrían tener dificultad al momento de levantarse por la mañana o dificultad con su cuidado personal. Si las personas con algún tipo de discapacidad descuidan las rutinas diarias de cuidado personal más importantes, esto podría producirles otras condiciones médicas que podrían poner sus vidas en peligro. Se cree que la depresión entre las personas con discapacidades puede ser un factor contribuyente a muchas muertes que podrían prevenirse. Generalmente, los índices de suicidio son más altos entre algunos grupos de personas con discapacidades que en la población en general.



Otros tipos de depresión menos graves incluyen reacciones de ajustamiento y distimia, la cual es una depresión crónica de bajo grado que dura dos años o más. Aunque la distimia tiene menor probabilidad de llevar al suicidio, puede asociarse con sentimientos persistentes de insatisfacción, desaliento, y abatimiento, que contribuyen a una pobre calidad de vida.





¿POR QUÉ SUFREN LAS PERSONAS DE DEPRESIÓN?







La depresión no es una cosa inventada. No es un signo de debilidad personal, no es causada por pereza o falta de fuerza de voluntad. Ésta es una enfermedad real con causas reales. Algunas de estas causas son biológicas, hereditarias, de personalidad, y / o provocadas por experiencias pasadas.





Los trastornos depresivos incluyen cambios químicos en el cerebro. Las personas con depresión típicamente tienen mucha o muy poca cantidad de ciertos tipos de químicos cerebrales llamados “neurotransmisores”. Si estos cambios químicos son las principales causas de la depresión, o si estos cambios ocurren después que alguien se deprime, es una pregunta que todavía no tiene respuesta. Sin embargo, los tratamientos para restablecer estos elementos químicos a sus niveles normales ayudan a curar los síntomas de la depresión.



Algunos síntomas de depresión pueden ser causados por problemas médicos crónicos o por las medicinas que se usan para tratar estos problemas. Por esta razón, siempre se debe hacer un examen físico completo y otros exámenes médicos antes de empezar un tratamiento para la depresión. El abuso del alcohol o de drogas puede ser también la causa de los síntomas de depresión.



La depresión tiende a ser hereditaria y si alguien en su familia cercana ha tenido o tiene problemas con depresión, usted corre un riesgo más alto de sufrir depresión. La probabilidad de sufrir depresión es dos veces mayor en las mujeres que en los hombres. Las razones incluyen cambios hormonales asociados con el ciclo reproductivo de la mujer o el estrés asociado con ser mujer en la sociedad actual.



Algunas características de personalidad y los estilos de enfrentar situaciones también están asociados con la depresión. Por ejemplo, tener baja autoestima, o no sentirse en control de los eventos en su vida, son características comunes de las personas con depresión. No obstante, no todos están de acuerdo con que estas características de la personalidad causan depresión, o si son simplemente síntomas de la depresión.



Cualesquiera de estos factores, solos o combinados, pueden colocar al individuo en un creciente riesgo de depresión. Ciertos eventos en la vida personal pueden también provocar uno o más episodios de depresión.



Algunas teorías sobre las causas de la depresión sugieren que las personas que sufren de depresión han tenido demasiadas experiencias negativas en sus vidas (tales como enfermedades graves o pérdida de empleo), o muy pocas experiencias positivas y placenteras (tales como una provechosa relación con otros).



Mientras que algunos síntomas de la depresión son una respuesta natural al estrés o a una pérdida, el sufrimiento y los sentimientos de desesperación asociados con la depresión clínica son típicamente más intensos, duran más tiempo, y tienen una mayor repercusión en el funcionamiento diario de estos individuos que los sentimientos asociados con una pérdida particular o una crisis en la vida.







¿PORQUÉ TIENEN LAS PERSONAS CON DISCAPACIDADES RIESGO DE DEPRESIÓN?









Tener una discapacidad no significa que una persona automáticamente sufrirá depresión. No todas las personas con discapacidades sufren de depresión, y si la sufren, es probable que ésta no tenga ninguna relación con su discapacidad. Sin embargo, la depresión está asociada con ciertas experiencias que son comunes en la vida de individuos con discapacidades. Además, las personas con discapacidades enfrentan problemas y retos singulares que podrían exponerlos más fácilmente a sufrir de depresión.



Algunos de los desafíos que las personas con discapacidades pueden enfrentar son:







Movilidad

Muchas personas con discapacidades tienen problemas desplazándose o caminando de un lugar a otro, en su propio hogar o en la comunidad. Esto puede afectar la manera en que manejan sus actividades diarias tales como vestirse y bañarse, así como la frecuencia con la que salen de casa. Algunas veces el tener problemas de movilidad significa necesitar ayuda de otras personas para hacer ciertas cosas que la mayoría de las personas pueden hacer por sí mismas, lo cual puede ser frustrante o penoso. No ser capaz de conducir un auto puede limitar aún más la participación en actividades importantes de la vida, tales como trabajar o jugar, así como llevar a cabo quehaceres diarios tales como la compra de víveres, o visitar amigos. El no tener la fuerza, la resistencia, u otras habilidades necesarias para hacer lo que usted quiere hacer, cuándo y cómo lo quiere hacer, puede causarle sentimientos de frustración, enojo e incapacidad.







Accesibilidad

La mayoría de las casas y muchos de los edificios y negocios todavía no satisfacen los requisitos de la ley del ADA (Acta para Americanos con Discapacidades). Por lo tanto, las personas que se mueven más lentamente, o las que usan sillas de ruedas, caminadores, carros de tres ruedas, o bastón, pueden tener más dificultad para ir de compras, comer fuera, trabajar, o tener acceso a los servicios de salud y a otros servicios profesionales.



Aislamiento Social y Barreras Sociales

No todos los obstáculos y barreras que encuentran las personas con discapacidades son físicos. Muchas personas sin discapacidades no entienden cómo es tener una discapacidad o no saben cómo actuar cuando están con alguien que tiene una discapacidad. Además, algunas personas se sienten incómodas o tienen prejuicios y actitudes negativas hacia individuos con discapacidades. Estas son barreras sociales que pueden hacer más difícil que las personas con discapacidades hagan amistades y establezcan otras relaciones. La falta de apoyo social apropiado aumenta, para cualquier persona, el riesgo de sufrir depresión.



Empleo

En general, las personas con discapacidades tienen más dificultad en encontrar y mantener un empleo. Algunas veces esto se debe a las limitaciones físicas o a otras limitaciones del individuo, y otras veces es a causa de prejuicios y mal entendidos. Cualesquiera que sean las razones, la dificultad para encontrar empleo y mantenerlo, puede causar problemas financieros, lo cual puede ser una fuente adicional de estrés. El trabajo es también una fuente importante de autoestima para muchas personas. Ser incapaz de trabajar cuando se quiere trabajar puede hacer que las personas se sientan inútiles o culpables.



Salud

Muchas personas con discapacidades gozan de buena salud, sin embargo algunos tipos de discapacidades están asociadas con más problemas de salud, y con frecuencia las personas con discapacidades tienen problema en recibir la atención médica que necesitan. Aun las personas sin discapacidades están más propensas a sufrir de depresión si tienen muchos problemas médicos. Las personas con más síntomas de enfermedades tienden a sufrir de depresión más grave. Encontrar maneras de pagar por la atención médica puede también ser especialmente difícil para las personas con condiciones que causan discapacidad.







No Todas las Discapacidades son Obvias

Algunas personas con discapacidades se miran y desplazan como las personas sin discapacidades, pero tienen problemas oyendo, hablando, viendo, leyendo, pensando, poniendo atención, o recordando. Otras personas con enfermedades crónicas lucen bien pero tienen problemas con dolor, fatiga, y otros síntomas físicos incapacitantes. Estos tipos de problemas hacen difícil asistir a la escuela, trabajar, el cuidado personal, y la comunicación con otras personas. Estos problemas también podrían ser especialmente difíciles de enfrentar porque otras personas podrían no reconocer que usted tiene una discapacidad, o no pueden entender por lo que usted está pasando.





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Cualesquiera de estos desafíos son difíciles de enfrentar. Cuando alguien tiene que enfrentar varios de estos desafíos al mismo tiempo, el riesgo de desarrollar enfermedad depresiva es mayor. Sin embargo, cualquiera sea la causa o los factores que contribuyan a la depresión, ésta puede ser tratada.











¿CÓMO SE TRATA LA DEPRESIÓN?









Hay muchos tratamientos disponibles que son eficaces para la depresión. Con el tratamiento apropiado, la mayoría de las personas con depresión pueden sentirse mejor, por lo general, en cuestión de semanas.



Consejería o terapia personal, medicamentos, o la combinación de ambos son los tratamientos más comunes y eficaces.



La consejería o psicoterapia ayuda a las personas a aprender a encarar su depresión, a enfrentarse a los problemas personales y a los factores externos que pudieran estar contribuyendo a su depresión. Algunas terapias están enfocadas a ayudar a las personas a identificar y cambiar las actitudes o la manera de pensar que puedan estar contribuyendo a su depresión, mientras que otras terapias están diseñadas a ayudar a las personas a modificar su comportamiento.



Los medicamentos antidepresivos son una parte importante en el tratamiento de la depresión. Estas medicinas no son “píldoras que producen felicidad” o tranquilizantes. No elevan el estado de ánimo cambiando la personalidad o haciendo que se pierda el sentido de la realidad, y no son adictivas. Estos medicamentos funcionan porque ayudan a restaurar el balance químico cerebral,el cual se altera cuando un individuo se deprime.



Si bien la combinación de la terapia personal y los medicamentos antidepresivos es un tratamiento eficaz para la mayoría de las personas con depresión, algunas veces las depresiones persistentes y las graves requieren tratamientos más intensos. Estos pueden incluir hospitalización y/o terapia por electrochoque.







¿QUÉ DEBE HACER SI CREE QUE ESTÁ DEPRIMIDO?











La depresión es tratable, pero a menudo las personas con depresión no reciben ayuda. Esto puede ser a causa de que no reconocen que están deprimidos, que tienen problemas pidiendo ayuda, que les avergüenza admitirlo, o que se culpan a sí mismos por sentirse deprimidos.



Otras personas erróneamente piensan que ya les pasará, y otros no saben que hay ayuda disponible.



Si usted piensa que usted o alguien a quien usted estima pudiera estar deprimido, busque ayuda. Hágase evaluar para la depresión, de manera que pueda recibir tratamiento si lo necesita.



Para obtener ayuda usted puede ponerse en contacto con su médico familiar, el hospital local, la clínica comunitaria, o el centro de salud mental.



Si su depresión es tan grave que está pensando en el suicidio, no espere más pensando que se sentirá mejor. VAYA A LA SALA DE EMERGENCIAS DEL HOSPITAL LOCAL.



Algunas veces las personas están tan deprimidas que no pueden buscar esa ayuda que tanto necesitan. Si usted piensa que alguna persona a quien usted estima está gravemente deprimida, no confíe en que esa persona buscará ayuda. Ayúdela a hacer la cita para hablar con su médico o con un especialista en salud mental y asegúrese que él / ella asista a esa cita.







¿Qué más se puede hacer para sentirse mejor?





Si usted está seriamente deprimido, debe buscar la ayuda de un especialista de salud mental competente. Sin embargo, hay muchas otras cosas que usted puede hacer para ayudar a sentirse menos solo, triste o desanimado. Si usted no cree estar deprimido pero a veces se siente desalentado, estas son algunas cosas que pueden ayudarlo a sentirse mejor y a reducir el riesgo de desarrollar una depresión grave.



Hable con sus amigos o su familia acerca de cómo se siente. No es vergonzoso sentirse triste o decepcionado de la vida. Algunas veces el poder contarle a alguien que usted se siente desanimado le puede ayudar a sentirse mejor. Las personas que lo aprecian no podrán ayudarlo si no saben cómo se siente usted. Si usted no puede salir de casa a ver a sus amigos y familia, escríbales una carta o llámelos por teléfono.



Hable con otras personas con discapacidades. Muchas veces, aunque traten, las personas sin discapacidades no siempre pueden entender lo que es vivir con una discapacidad. Si usted se siente solo o incomprendido, el hablar con alguien que tenga una discapacidad similar a la suya puede hacer toda la diferencia del mundo. Su proveedor de cuidados de salud podría darle nombres de otras personas que han tenido experiencias similares a la suya. Grupos de apoyo específicos para individuos con discapacidades también pueden ser una importante fuente de información acerca de cómo manejar condiciones discapacitantes. En Carolina del Norte, usted puede llamar a la Red de Apoyo Familiar del Estado de Carolina del Norte para pedir información sobre grupos de apoyo locales, tales como para personas con trauma cerebral, derrame cerebral, lesión de la médula espinal, espina bífida, esclerosis múltiple y otras condiciones discapacitantes. Las bibliotecas públicas en algunas ciudades tienen computadoras disponibles en las que puede buscar, por medio del “internet”, información sobre grupos de apoyo y agencias que proveen educación e información para individuos con discapacidades.



Conviértase en defensor. Si usted piensa que las barreras ambientales o sociales le están causando sentimientos de cólera, desaliento, o le hacen sentirse mal de sí mismo, busque lo que usted puede hacer para cambiar las cosas. Llame a la Red de Apoyo Familiar de Carolina del Norte para preguntar sobre grupos locales que aboguen activamente en este campo. Hable con los administradores de los negocios que tienen pasillos muy angostos para las sillas de ruedas. Notifique a su médico o al hospital local que necesitan más estacionamientos para personas con discapacidades. Escríbale a su congresista acerca de los problemas que las personas con enfermedades crónicas discapacitantes encaran con los servicios médicos y seguros de salud. También, responda directamente -- pero con dignidad -- cuando las personas que no saben, se comportan de manera inapropiada o usan lenguaje ofensivo cuando le hablan acerca de su discapacidad.





Ejercicio. La actividad física puede ser una de las maneras más eficaces para combatir la depresión. Aunque tenga limitaciones físicas significativas, el aumentar su nivel de actividad física, aunque sea un poco, le ayudará a mejorar su estado de ánimo.







Control del Estrés. Aunque el estrés no necesariamente causa depresión, éste tiende a empeorar los síntomas de la depresión. Encontrar técnicas de control del estrés que sean adecuadas para usted --relajamiento, meditación, oración, películas cómicas, hacer artesanías, mantener un diario personal, o cualquier otra actividad que lo haga sentirse menos estresado-- puede hacerlo menos vulnerable a la depresión.







Sirva como voluntario. Servir como voluntario puede ser una manera significativa y satisfactoria de emplear su tiempo. También esta actividad le ofrecería una oportunidad de salir de casa y relacionarse con otras personas. Si usted no puede salir de casa, todavía podría hacer llamadas telefónicas, escribir cartas, o servir como voluntario en otros tipos de actividades desde su casa. El usar su tiempo y energía para ayudar a otros puede ayudarle a no pensar en sus propios problemas y a sentirse apreciado por los demás.

viernes, 5 de octubre de 2007

50 cosas grandiosas del TDAH. Por Bob Seay

Cincuenta cosas grandiosas del TDAH


Por Bob Seay

Entretiene a tus amigos con comentarios y respuestas ingeniosas.- El insomnio te da más tiempo para estar despierto y navegar en la red! – El poder de Hiper-concentrarse –– Hiperactividad + Creatividad + Líbido compulsiva = Al chico más popular en citas – Resistencia: Pueden conocer a alguien, enamorarse profundamente, casarse, pelearse, odiarse y divorciarse, todo en 35 minutos o menos. Personalidad brillante. Piensa en nombres como Edison, Einstein, Walt Disney y Beethoven en una conversación. Pueden obsesionarse con un objeto mientras el resto del mundo se va por el caño – Pueden ver todas sus posesiones a un mismo tiempo.... porque todo lo tienen tirado en el piso – Tienden a ser muy generosos con el dinero, tiempo y recursos – son flexibles – Entusiastas- Innovadores- Tienen un fuerte sentido de lo que es justo – Están dispuestos a tomar riesgos- Alertas – Ansiosos- provistos de ideas originales y no temen decirlas- Llegan a hacer analogías que nadie más entiende – Tienen Pensamientos Profundos- Son teóricos - Pensadores abstractos- Espontáneos- Siempre optimistas – Hacen llevaderas las juntas de negocios – Tienen la mente de una computadora Pentium- con sólo 2 mgb en RAM- orientados a la estética- constantemente se sorprenden al encontrar ropa que habían olvidado que tenían – Hábiles para relacionar ideas aparentemente sin relación – Divertidos – Hábiles para ver “la foto completa” mientras otros andan perdidos en la oscuridad – Independientes – Buenos conversadores – Demandan saber POR QUÉ? – Son ROMÁNTICOS – Tienen una gran variedad de intereses- Sus Coeficientes intelectuales andan arriba de los 160 puntos, virtualmente en todos los que tienen síntomas de TDAH – Un entendimiento innato para entender las tecnologías emergentes como las computadoras y juegos de video – En los concursos de popularidad en el salón de clases, usualmente gana el título del “Más entretenido”, “El que tiene más energía” y “el más probable para auto-inmolarse” – Son grandes improvisadores – Son hábiles para brincar edificios altos de un solo brinco – Honestamente creen que cualquier cosa es posible – Son grandiosos para hablar cuando no les toca – Asimilan rápidamente información – Son más listos que el promedio – Dispuestos a morirse en la raya – Raramente satisfechos con el status quo- Empáticos- Pueden reemplazar fácilmente fotografías perdidas de su infancia con caricaturas de “Calvin & Hobbes” – Constantemente se sorprenden encontrando dinero que habían olvidado que habían guardado – Explotan, pero usualmente se recuperan rápido – Son un imparable dínamo de energía humana- No saben cuándo renunciar – Intuitivos – Sienten compasión- Persistentes - Valientes- Tienen talentos escondidos- Se entona fácilmente con los sentidos del humor de quienes están alrededor de él- Constantemente se sorprenden al encontrar esposas que habían olvidado- El TDAH es especialmente común en artistas, músicos y otra gente creativa- Siempre te pueden proveer de una perspectiva diferente- Son visionarios- Individualistas- Muchos empresarios exitosos exhiben comportamientos de TDAH- Una gran tolerancia al CAOS- Pelean por lo que creen- Excelentes motivadores de otros- Altamente organizados, puntuales y generalmente responsables (de acuerdo, esto último es mentira!!!)

Retraso Mental: Información a padres

El Retraso Mental
En Esta Publicación
La Historia de Mateo
¿Qué es Retraso Mental?
¿Cuáles Son las Causas...?
¿Cómo Se Diagnostica...?
¿Con Qué Frecuencia Ocurre...?
¿Cuáles Son Los Signos...?
¿Y la Escuela?
Consejos Para Padres
Consejos Para Maestros




La Historia de Mateo
Mateo tiene 15 años. Como él tiene retraso mental, ha estado recibiendo servicios de educación especial desde la escuela primaria. Aquellos servicios le han ayudado mucho, ya que éstos han sido diseñados de acuerdo a sus necesidades especiales para su aprendizaje.

El año pasado Mateo comenzó la escuela secundaria. El, su familia, y la escuela estudiaron detenidamente lo que él desea hacer al completar la escuela secundaria. ¿Acaso desea seguir sus estudios? ¿O desea un empleo? ¿Tiene las destrezas que necesita para vivir por su cuenta?

Las respuestas a estas preguntas han ayudado a Mateo y la escuela a planificar para el futuro. Siempre le ha interesado la naturaleza, las plantas, y especialmente los árboles. Conoce todos los nombres de los árboles, y los puede reconocer por medio de las hojas y corteza. Por esta razón, este año Mateo está aprendiendo acerca de trabajos como silvicultura, jardinería, y mantenimiento de terrenos. El próximo año desea encontrarse un trabajo de tiempo parcial. Mateo también está aprendiendo a usar el transporte público, para así poder ir al trabajo y regresar a casa.

Es difícil para Mateo aprender cosas nuevas por causa de su retraso mental. El necesita cosas concretas. Pero tiene mucha determinación. Desea trabajar afuera, quizás para el servicio de parques o en un criadero de plantas, y está preparándose!


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El Uso del Término "Discapacidad"
El término "discapacidad" fue aceptado por la Real Academia Española de la Lengua hace diez años y aparece en el diccionario de la lengua española de ésta. En reconocimiento del gran poder del lenguaje para influir y crear impresiones, NICHCY utiliza el término "discapacidad" en todas sus publicaciones.
Otros términos quizás más comunes--como, por ejemplo, "incapacidad" o "minusválido--pueden dar a entender que las personas con discapacidades son personas "sin habilidad" o de "menor valor."

En comparación, "discapacidad" quiere decir una falta de habilidad en algún ramo específico. El uso del término reconoce que todos los individuos con discapacidades tienen mucho que contribuir a nuestra sociedad y al mismo tiempo está de acuerdo con cambios similares en el lenguaje de la ley estadounidense.




¿Qué es Retraso Mental?
El retraso mental es un término que se usa cuando una persona tiene ciertas limitaciones en su funcionamiento mental y en destrezas tales como aquéllas de la comunicación, cuidado personal, y destrezas sociales. Estas limitaciones causan que el niño aprenda y se desarrolle más lentamente que un niño típico. Los niños con retraso mental pueden tomar más tiempo para aprender a hablar, caminar, y aprender las destrezas para su cuidado personal tales como vestirse o comer. Están propensos a tener problemas en la escuela. Ellos sí aprenderán, pero necesitarán más tiempo. Es posible que no puedan aprender algunas cosas.

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¿Cuáles Son las Causas del Retraso Mental?
Los doctores han encontrado muchas causas del retraso mental. Las más comunes son:

Condiciones genéticas. A veces el retraso mental es causado por genes anormales heredados de los padres, errores cuando los genes se combinan, u otras razones. Algunos ejemplos de condiciones genéticas incluyen síndrome de Down, síndrome frágil X, y phenylketonuria (PKU).


Problemas durante el embarazo. Retraso mental puede resultar cuando el bebé no se desarrolla apropiadamente dentro de su madre. Por ejemplo, puede haber un problema con la manera en la cual se dividen sus células durante su crecimiento. Una mujer que bebe alcohol o que contrae una infección como rubéola durante su embarazo puede también tener un bebé con retraso mental.


Problemas al nacer. Si el bebé tiene problemas durante el parto, como, por ejemplo, si no está recibiendo suficiente oxígeno, él o ella podría tener retraso mental.


Problemas de la salud. Algunas enfermedades tales como tos convulsiva, varicela, o meningitis pueden causar retraso mental. El retraso mental puede también ser causado por malnutrición extrema (por no comer bien), no recibir suficiente cuidado médico, o por ser expuesto a venenos como plomo o mercurio.
El retraso mental no es una enfermedad. No se lo puede contraer de otras personas. El retraso mental no es un tipo de enfermedad mental, como la depresión. No hay cura para el retraso mental. Sin embargo, la mayoría de los niños con retraso mental pueden aprender a hacer muchas cosas. Sólo les toma más tiempo y esfuerzo que a los otros niños.

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¿Cómo Se Diagnostica el Retraso Mental?
El retraso mental se diagnostica observando dos cosas. Estas son:

La habilidad del cerebro de la persona para aprender, pensar, resolver problemas, y hacer sentido del mundo (ésto se llama funcionamiento intelectual); y


Si acaso la persona tiene las detrezas que él o ella necesita para vivir independientemente (ésto se conoce como conducta adaptiva o funcionamiento adaptivo).
El funcionamiento intelectual (también conocido como el coeficiente de inteligencia, o AIQ@ en inglés) es generalmente medido por medio de una prueba llamada prueba de coeficiente de inteligencia. La medida promedio es 100. Se cree que las personas que sacan menos de 70 a 75 tienen retraso mental.

Para medir la conducta adaptiva, los profesionales estudian lo que el niño puede hacer en comparación a otros niños de su edad. Ciertas destrezas son importantes para la conducta adaptiva. Estas son:

Las destrezas de la vida diaria, tales como vestirse, ir al baño, y comer;


Las destrezas para la comunicación, tales como comprender lo que se dice y poder responder;


Destrezas sociales con los compañeros, miembros de la familia, adultos, y otras personas.
Para diagnosticar el retraso mental, los profesionales estudian las habilidades mentales de la persona (inteligencia) y sus destrezas adaptivas. Ambos son destacados en la definición de retraso mental en el cuadro de más abajo. Esta definición viene del Acta para la Educación de Individuos con Discapacidades ("Individuals with Disabilities Education Act," o IDEA). IDEA es una ley federal que sirve para guiar las escuelas en la manera de proporcionar servicios de intervención temprana y de educación especial y servicios relacionados a los niños con discapacidades.

Los servicios para ayudar a individuos con retraso mental han resultado en una nueva comprensión de cómo definimos el retraso mental. Después del diagnóstico inicial, estudiamos las potencialidades y debilidades de la persona. Estudiamos también la cantidad de apoyo o ayuda que la persona necesita para llevarse bien en la casa, en la escuela, y en la comunidad. Este enfoque nos da una visión realística de cada individuo. También sirve para reconocer que la "visión" puede cambiar. En tanto crece y aprende la persona, su habilidad para llevarse bien en el mundo también aumenta.


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Definición de Retraso Mental bajo IDEA
La ley de educación especial de los Estados Unidos, el Acta para la Educación de Individuos con Discapacidades, define retraso mental como...

". . . un funcionamiento intelectual general significamente bajo del promedio, existente concurrentemente con déficits en la conducta adaptiva y manifestado durante el período de desarrollo, que afecte adversamente el rendimento escolar del niño." 34 Código de Regulaciones Federales Sección 300.7(c)(6)


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¿Con Qué Frecuencia Ocurre el Retraso Mental?
Unas 3 de cada 100 personas en los Estados Unidos tienen retraso mental (The Arc, 2001). Casi 613,000 niños de 6 a 21 años tienen algún nivel de retraso mental y necesitan educación especial en la escuela (Reporte Anual al Congreso, Departamento de Educación de los Estados Unidos, 2002). De hecho, 1 de cada 10 niños que necesita educación especial tiene alguna forma de retraso mental.

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¿Cuáles Son Los Signos del Retraso Mental?
Hay muchos signos del retraso mental. Por ejemplo, los niños con retraso mental pueden:

Sentarse, gatear, o caminar más tarde que los otros niños;


Aprender a hablar más tarde, o tener dificultades al hablar;


Tener dificultades en recordar cosas;


No comprender cómo pagar por las cosas;


Tener dificultades en comprender las reglas sociales;


Tener dificultades en ver las consecuencias de sus acciones;


Tener dificultades al resolver problemas; y/o


Tener dificultades al pensar lógicamente.
Como el 87 por ciento de las personas con retraso mental sólo serán un poco más lentas que el promedio al aprender información y destrezas nuevas. Es posible que sus limitaciones no sean aparentes durante la niñez. También es posible que no sean diagnosticadas como personas con retraso mental hasta que comiencen a ir a la escuela. Como adultos, muchas personas con retraso mental leve pueden vivir independientemente. Es posible que otras personas no las consideren como personas con retraso mental.

El otro 13 por ciento de personas con retraso mental marca menos de 50 en las pruebas de inteligencia. Estas personas tendrán más dificultades en la escuela, en casa, y en la comunidad. Una persona con retraso más severo necesitará apoyo más intensivo durante toda su vida.

Cada niño con retraso mental es capaz de aprender, desarrollarse, y crecer. Con ayuda, todos estos niños pueden vivir una vida satisfactoria.

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¿Y la Escuela?
Un niño con retraso mental puede rendir bien en la escuela, aunque es probable que necesite ayuda individualizada. Afortunadamente, los estados son responsables de cumplir con las necesidades educacionales de los niños con discapacidades.

Para los niños hasta los tres años, los servicios son proporcionados por medio de un sistema de intervención temprana. El personal trabaja con la familia del niño para desarrollar lo que se conoce como un Plan Individualizado de Servicios para la Familia ("Individualized Family Service Plan," o IFSP). Este describe las necesidades únicas del niño. Describe también los servicios que recibirá el niño para tratar con aquellas necesidades. El IFSP enfatiza las necesidades únicas de la familia, para que los padres y otros miembros de la familia sepan cómo ayudar a su niño pequeño con retraso mental. Los servicios de intervención temprana pueden ser proporcionados en base a una escala de tarifas de costo variable, lo cual significa que el costo a la familia dependerá de su ingreso. En algunos estados, los servicios de intervención temprana pueden ser proporcionados sin costo alguno para los padres.

Para los niños en edad escolar elegibles (incluyendo los niños preescolares), los servicios de educación especial y servicios relacionados están disponibles por medio del sistema escolar. El personal escolar trabaja con los padres para desarrollar un Programa Educativo Individualizado ("Individualized Education Program," o IEP). El IEP es similar a un IFSP. Este describe las necesidades únicas del niño y los servicios que han sido diseñados para cumplir con aquellas necesidades. Los servicios de educación especial y servicios relacionados son proporcionados sin costo alguno para los padres.

Muchos niños con retraso mental necesitan ayuda con destrezas adaptivas, las cuales son destrezas necesarias para vivir, trabajar, y jugar en la comunidad. Los maestros y los padres pueden ayudar al niño en trabajar para mejorar estas destrezas tanto en la escuela como en el hogar. Algunas de estas destrezas incluyen:

La comunicación con otras personas;


Hacer sus necesidades personales (vestirse, bañarse, ir al baño);


Vivir en casa (ayudar a poner la mesa, limpiar la casa, o cocinar);


Destrezas sociales (modales, conocer las reglas de la conversación, llevarse bien en grupo, jugar un juego);


Salud y seguridad;


Lectura, escritura, y matemática básica; y


En tanto crecen, las destrezas que le ayudarán en el lugar de trabajo.
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Consejos para Padres
Aprenda más sobre el retraso mental. Mientras más sabe, más puede ayudarse a sí mismo y a su niño. Vea la lista de recursos y organizaciones que se encuentra al final de esta publicación.


Anime a su niño a ser independiente. Por ejemplo, ayúdele a aprender las destrezas para el cuidado diario tales como vestirse, comer sólo, usar el baño, y afeitarse.


Déle tareas a su niño. Tenga en mente su edad, su capacidad para mantener atención, y sus habilidades. Divida la tareas en pasos pequeños. Por ejemplo, si la tarea de su niño es de poner la mesa, pídale primero que saque la cantidad apropiada de servilletas. Después pídale que ponga una servilleta en el lugar de cada miembro de la familia en la mesa. Haga lo mismo con el servicio, uno por uno. Explíquele lo que debe hacer, paso por paso, hasta que termine el trabajo. Demuestre cómo hacer el trabajo. Ayúdele cuando ella necesite ayuda.


Averigüe cuáles son las destrezas que está aprendiendo su niño en la escuela. Busque maneras de aplicar aquellas destrezas en casa. Por ejemplo, si el maestro está repasando una lección sobre el dinero, lleve su niño al supermercado. Ayúdele a contar el dinero para pagar la cuenta. Ayúdele a contar el cambio.


Busque oportunidades dentro de su comunidad para actividades sociales tales como los Boy Scouts o Girl Scouts y actividades en el centro de recreo y deportes. Esto ayudará a su niño a desarrollar destrezas sociales y divertirse.


Hable con otros padres cuyos niños tienen retraso mental. Los padres pueden compartir consejos prácticos y apoyo emocional. Llame a NICHCY (1-800-695-0285) y pregunte cómo encontrar un grupo de padres cercano.


Reúnase con la escuela y desarrolle un plan educacional para tratar las necesidades de su niño. Manténgase en contacto con los maestros de su niño. Ofrezca apoyo. Averigüe cómo puede apoyar el aprendizaje escolar de su niño en casa.
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Consejos para Maestros
Aprenda lo que más pueda sobre el retraso mental. Los recursos y organizaciones listas al final de esta publicación le ayudarán a identificar técnicas y estrategias específicas para apoyar educacionalmente al alumno. Más abajo hemos incluído algunas otras estrategias.


Reconozca que usted puede hacer una gran diferencia en la vida de este alumno! Averigüe cuáles son las potencialidades e intereses del alumno y concéntrese en ellas. Proporcione oportunidades para el éxito.


Si usted no forma parte del equipo del IEP, solicite una copia del IEP. Las metas educacionales del alumno estarán contenidas en éste, al igual que los servicios y acomodaciones que él o ella debe recibir.Hable con especialistas en su escuela (por ejemplo, maestros de educación especial), como sea necesario. Ellos le pueden ayudar a identificar métodos efectivos de enseñar a este alumno, maneras de adaptar el currículo, y cómo tratar con las metas del IEP en la sala de clases.


Sea tan concreto como sea posible. Demuestre lo que desea decir en lugar de sólo dar instrucciones verbales. En lugar de relatar información verbalmente, muestre una foto. Y en lugar de sólo presentar una foto, proporcione al alumno materiales y experiencias prácticos y la oportunidad de probar cosas.


Divida tareas nuevas y más largas en pasos más pequeños. Demuestre los pasos. Haga que el alumno realice los pasos, uno por uno. Proporcione ayuda como sea necesario.


Proporcione al alumno comentarios inmediatos.


Enséñele al alumno destrezas de la vida tales como aquéllas para la vida diaria, sociales, conciencia, y exploración ocupacional, como sea apropiado. Haga que el alumno participe en actividades en grupos o en organizaciones.


Trabaje junto con los padres del niño y otro personal escolar para crear e implementar un plan educacional especial para cumplir con las necesidades del alumno. Comparta información en una forma regular sobre cómo le va al alumno en la escuela y en casa.